Seguro ha escuchado hablar de ellas o las ha visto en el espejo formándose alrededor de la boca, justo arriba y abajo de los labios, conocidas como «código de barras». Ahí, en esa zona que todos arrugamos con frecuencia cuando damos un beso, hacemos una mueca, o estiramos prolongadamente para fumar.

Esas arrugas perfectamente formadas sobre los labios, que parecen trazadas con regla por la exactitud en la distancia entre una y otra, y por su profundidad. Son parte de las arrugas que inevitablemente llegan con la edad. Como también las de los extremos de los ojos, sobre la frente y los surcos profundos que se marcan a lado y lado de la boca.

Pueden aparecer desde los 25 años, pero son más frecuentes y notorias en las personas mayores de 35 y, sobre todo, después de los 45, cuando adquieren más profundidad.

Las causas pueden ser genéticas, relacionadas con hábitos de vida como el tabaquismo o la exposición crónica al sol, conocida como fotoenvejecimiento.

En muchos casos, suele extenderse hasta los labios. Se forman en el borde de los mismos y también entre la piel de estos.

A partir de los 25 años la piel comienza a perder volumen e hidratación natural, ya que no cuenta con las suficientes glándulas sebáceas para protegerse, a diferencia de la piel del resto del cuerpo.

 La clave para prevenir estas líneas es la hidratación abundante de la piel y la aplicación de protector solar, así como tratamientos para la recuperación de la hidratación de la piel.

Como en todo lo relacionado con la piel, la mejor recomendación es cuidarla desde joven y evitar los malos hábitos.

Procedimientos naturales como comer y tomar jugos de frutos rojos antioxidantes, que retrasan el envejecimiento de los labios y del rostro en general.

Una solución más profesional, son los procedimientos asociados a la mejoría de las características generales de la piel, como la fotobioestimulación, el dermopeeling, el láser fraccionado, el plasma y el plasma rico en plaquetas.

El uso del bótox, uno de los procedimientos más solicitados, ayuda mucho en el control y prevención de las líneas, ya que paraliza de manera temporal y selectiva el músculo, ayudando a controlar la profundidad.

El ácido hialurónico ayuda disminuyendo la profundidad de las líneas de expresión o los surcos, lo cual permite recuperar de manera importante el aspecto sano de la piel, que se pierde a medida que cumplimos años.

El perfil labial, ayuda a mantenerlos turgentes reduciendo las arrugas, sin necesidad de realizar un aumento de labios.

Pero lo más importante, es la valoración personalizada del especialista, ya que el manejo depende directamente de la causa, y los casos más complejos requieren manejos complementarios.

Dra. Débora Azuaje
Centro Médico Azuaje

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